Mirad en su interno y abrazaros con la fuerza que empuñas el filo, No fuere hazaña condecorada si en ventaja me encontrase.
Zafio de guerra y honorable por caballerosidad me han dado la espalda. Y aunque cicatrizes le guardan, la vuestra llevaría con vergüenza pues un estilete permitiré antes de cortaros la vida.
No os sufrirías en la batalla, Indigno seria si voz clemencia pedís.
Tomad mi mano entonces y ofreceré mi dulce espada cual único deseo' ha sido siempre preservarme la vida.
Soltad la capa caballero cual cubre con soberbia el filo a postre siempre del humano.
Ambiguo sazón hiriente.
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