6 mar 2014



...Subí cansino al 501 evitando el ascensor;  pararía frente a la puerta del apartamento' algún par de minutos antes de insertar la llave...

La mañana seguida a esa' fue clave en mi vida' aunque bien' y como todo a lo que me arriesgaba' se pudo haber tornado en desgracia. 

Todos mis  pensares en ese momento'  creaban múltiples posibilidades que exigían resolverlos de antemano'  sin embargo  "recuerdo muy bien"  iba tranquilo y demasiado sereno subiendo las escaleras...

Las botas me pesaban' tanto como el alma'  provocando un ecco mudo' que rebotaba entre el amurallado.   Los ruidos de la calle' apenas si se colaban por entre las troneras que servían de respiradero en caso de bloqueo. 
Afuera llovía y era tarde.

Las botas me pesaban' tanto como el alma' que venía arrastrándola ya.
A ella no la había visto en días' pues su internado en el hospital siempre hacía demorar su regreso... 

 Al terminar de subir' hice la pausa frente a la puerta, allí  olía a Marlboro que venía desde adentro... (Ella está aquí) pensé, e inmediatamente giré la perilla con sumo silencio... Imperceptible andé y el ecco se espantó' esfumándose' sin darme color ni sombra...

Crucé la sala dejando las llaves en cualquier lugar, la lluvia se volvió intensa y un relámpago desde afuera me hizo una señal en silencio... Las gotas de lluvia se amontonaron en el ventanal porque urgían para entrar. Mis dientes deslizaron hacia afuera' un cigarrillo de la cajetilla que había en mi bolso y al tiempo mi mano libre encontró en el fondo de mi pantalón un Zippo que ella me había regalado... Me detuve en seco detrás de la puerta de la alcoba. Había silencio.
Giré el carrete dentado del encendedor con mi pulgar izquierdo y robé al fuego una primera bocanada del humo de mi cigarrillo...

Al abrir en par las alas de la puerta' a ella la encontré con ambos pies cruzados sobre la cama' su cabello rojo' caía largo como cortina y cubría su rostro color canela. Alcancé a ver sus labios "esos labios" que disfrutaban jugar con los mios. Vi ese rostro con pecas y esos ojos grandes que ahora' en ese momento,  estaban hundiéndose en mi pasado.

No se dio cuenta de mi presencia. No me sintió siquiera.
Le dejé unos segundos mas seguir husmeando en mi vida' (para que no cupiera lugar a un malentendido) Le cedí el último espacio dentro de mi alma y mis recuerdos' pues a partir de ese día, no le quise volver a ver. 

Pasaron 8 años; Y fue traída después por una casualidad y algún otro destino que aún desconosco...

Me quedé en la puerta' con mi cigarro en mano viendo como se fundía en el aire de la habitación' mi humo gris con el suyo (bailando).  Mientras' ella sentada sobre la cama "sin sentirme aún"

Le miraba cuando acercó la mano a su boca para fumar del cigarro que había entre sus dedos,  el cenicero estaba lleno'  con un encendedor por un lado, una caja de Marlboro Rojos abierta, un par de mis libretas y algunas fotografías donde aparezco con amistades'  regadas sobre la cama...

Ella se mostraba diferente, con su temple vencido' con el temperamento ausente. Miraba' escudriñando con una astucia eficaz. Sus cejas acertivas cuestionaban todavía mas... Pero allí' no había nada.

Respiré hondo para exhalar una decepción que ni yo mismo logro entender... Y le Pregunté sin pronunciar su nombre:


.-¿Qué estas haciendo?...


Fue entonces cuando levanto la mirada' Un espasmo la sacudió...

Sonrió, (con esa sonrisa que mata) pero esta vez no. De igual manera, lucía bella y desarmaba. 

A ella le encontré con estos'  mis secretos entre sus piernas... "leyendo"

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